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sábado, 18 de junio de 2011

EL HOMBRE QUE YO AMO.

Dos estrellas del viejo Hollywood regresaron esta noche en una conversación por teléfono que mantuve con un amigo: Ida Lupino y Ann Sheridan. Ambos las recordábamos de Cine del Hogar y de otros espacios de la televisión que veíamos en la infancia y la adolescencia. Desde entonces nunca más he vuelto a disfrutar de películas protagonizadas por estas artistas. Ann Sheridan murió en 1965. Ida Lupino en 1995. De la última mencionamos la película El hombre que yo amo, con la banda sonora de Max Steiner. Tal vez este compositor musicalizó el ochenta por ciento de todos los filmes que yo veía por televisión. Estaba en tantos créditos que se hizo familiar. En la cinta, Ida Lupino interpreta con una sensualidad impactante The Man I Love, de Gershwin.

Y de Ann Sheridan citamos Abismo de pasión (Kings Row) . Olvidé casi todo.

Ellas - junto a Bette Davis y Joan Crawford- integraron en Cuba durante una época el cuarteto de actrices norteamericanas con más apariciones sucesivas en la pequeña pantalla.

La antigua familiaridad cubre hoy apenas unos minutos de conversación telefónica.


Dicen que mientras trabajaba en la Paramount, Ann Sheridan fue doble de partes del cuerpo, como las manos, las piernas o los hombros.


El Florida, en la Calzada de 10 de Octubre,en La Habana,también en la lista de cines en extinción.



martes, 16 de febrero de 2010

RUMBERAS CUBANAS, REINAS EN EL CINE.

Por: Lázaro Sarmiento


Cinco mujeres están consideradas las reinas de las películas de rumberas. Ellas son: María Antonieta Pons, Meche Barba, Amalia Aguilar, Ninón Sevilla y Rosa Carmina. Las cinco triunfaron en el cine mexicano de las décadas del 40 y el 50. El periodista Fernando Muñoz Castillo en un libro que escribió en 1993 las llamó Las reinas del Trópico. Cuatro de ellas nacieron en Cuba.


Recientemente la Cinemateca de Cuba presentó un ciclo de películas protagonizadas por estas bailarinas y actrices. Y el 3 de febrero se efectuó en la Galería Servando de La Habana el panel titulado “Influencia del cine mexicano de rumberas en el cine cubano de antes del 59”. Participaron: Iván Trujillo, el director Enrique Pineda Barnet,el escritor Reinaldo González y el cineasta Manuel Herrera, actual director de la Cinemateca de la isla. El encuentro contó con la presencia de un grupo de artistas cubanas que a lo largo de sus carreras se relacionaron de alguna manera con los espectáculos de rumba en teatros, cabarets y en televisión: Olga Navarro, Cary Chantres, Mina Reyes, Nilda Collado y Norma Naranjo.

Una de las películas “clásicas” del cine de rumberas es la titulada Humo en los ojos, dirigida en 1946 por Alberto Gout. En su imprescindible y deliciosa Historia documental del cine mexicano, el investigador Emilio García Riera escribe el siguiente comentario:

“Es curioso el desenlace de este melodrama tropical. David Silva se siente incestuoso por simple solidaridad con su ex amante María Luisa Zea y eso le hace renunciar a una Meche Barba más fatal que nunca, a quien casi todos los personajes tienen ganas de clavarle algo (cuchillos, tijeras, etcétera). En el microcosmos del cabaret tropical, Gout descubría cuán trágicamente chocan las pasiones con las revelaciones de parentesco. Al mismo tiempo, Gout iba encontrando, tanto para él como para el género del que sería campeón, el estilo que le daría prosperidad en los próximos años.”

A finales de la década de 1950, el cine mexicano de rumberas se extinguió. Parecía que dentro de las nuevas tendencias cinematográficas no había lugar para el erotismo silvestre de estas mujeres de fuego y peligrosa belleza. Entonces, algunas se retiraron y otras pasaron a la televisión. En ocasiones hicieron apariciones especiales en la pantalla grande.

María Antonieta Pons (La Habana 11 de junio de 1922-Ciudad de México 20 de agostó de 2004). Se retiró del cine en los años sesentas. Murió a los 82 años de edad.

Meche Barba (Nueva York 24 de septiembre de 1922-Ciudad de México 14 de enero de 2000). A partir de los años 80 actuó en varias telenovelas. En 1992 regresa al cine y obtiene el premio Ariel por su actuación el filme Los años de Greta. Falleció a los 77 años de edad.

Ninón Sevilla nació en La Habana el 10 de noviembre de 1922. Como otras estrellas del cine de rumberas se retiró de la industria cinematográfica a fines de los 50. Retornó en 1992 con la cinta Noche de carnaval, con la que obtuvo un premio Ariel. En las dos última décadas intervino en numerosas telenovelas mexicanas. Recientemente la Unión de Escritores y Artistas de Cuba le entregó en la Ciudad de México el Premio Raquel Revuelta por su trayectoria en el cine.

Amalia Aguilar nació en Matanzas, Cuba, el 3 de junio de 1924. Se retiró del cine a fines de la década del cincuenta. Retornó a los escenarios en los años setentas. Desde entonces solo ha tenido actuaciones especiales en algunas películas.

Rosa Carmina, la más joven de las reinas rumberas, nació en La Habana el 19 de noviembre de 1929. Se mantuvo en el cine mexicano hasta mediados de la década de 1980. Luego actuó en varias telenovelas. Su última aparición fue en 1992 en la telenovela María Mercedes. En la actualidad reside en la ciudad española de Barcelona.

Finalmente, a partir de los años ochenta las carreras de las Reinas del Trópico comenzaron a ser reconocidas. Ahora, muchas malas películas del viejo cine de rumberas vuelven a verse gracias al interés que suscitan estas mujeres que se movían por la pantalla envueltas en el humo del cabaret, agitadas por músicas trepidantes, marcadas en ocasiones por sus pecados y condenadas o redimidas al cierre de tramas insulsas y desvencijadas .

Aunque parezca increíble, ellas salvaron ese cine del olvido.


martes, 5 de enero de 2010

SIEMPRE BUSCAREMOS LA NOSTALGIA.


Por: Lázaro Sarmiento

La nostalgia puede ser una estrategia inteligente, aunque pocas veces estemos conscientes de ello. Un estudio realizado hace un par de años en la Universidad de Southsampton, en el Reino Unido, entre estudiantes británicos, chinos y norteamericanos, demostró que aquellos que evocaron un recuerdo nostálgico se sintieron luego mucho más felices que quienes habían recordado algo ordinario.

Ese poder de la nostalgia de influir en el estado de ánimo actúa en mí cada vez que exploro los recortes de prensa, viejas portadas y hojas sueltas que a través de los años se han ido acumulando , sin ninguna pretensión, en alguna gaveta, dentro de libros o en sobres amarillos . Su principal valor es que construyen la memoria, el itinerario, de antiguas emociones.


Cuando deslizo la vista y los dedos sobre estas imágenes y textos, siento una felicidad conocida y lejana a la vez. Es una nostalgia que se alimenta de las historia de los otros.

Arriba, izquierda: Ejemplar de la revista Filmòpolis de 1932 con Norma Shearer, estrella de la Metro, promocionando su película Vidas íntimas. Es difícil no sucumbir a la mitología de las actrices del cine dorado de los años veinte y treinta.

A la derecha: Anuncio de la línea de trasatlánticos Pinillos, en la Guía de La Habana de 1917. En uno de los buques de esta compañía llegaría dos años después mi abuelo Manuel desde las Islas Canarias, al igual que muchos de sus compatriotas.


Durante mucho tiempo esta foto estuvo colgada en mi habitación. Tiburón me convertió en fan de Steven Spielberg.

La primera de las divas y el galán en pose de gigoló .Ella 89 años. Él 40. En 1981 un amigo me trajo de España este recorte de El País donde aparece Francesca Bertini en el Festival de San Sebastián acompañada por el actor Fabio Testi. En una época anterior a internet los recortes de prensa extranjera eran el equivalente a los sitios web de la actualidad . Francesca Bertini fue una revelación tardía para mí. Siempre he imaginado que hilos invisibles prendidos en las pestañas mantenían abiertos los ojos de la legendaria anciana.


Este ticket me trae a la memoria que, de niño, mi madre me llevó a los espectàculos de las tres carpas de teatro que había en La Habana. Estaban en la Víbora, Marianao y en la calle Infanta. Recuerdo haber visto en uno de estos escenarios a Zenia Marabal.




En una librería de viejo compré por un peso esta revista de septiembre de 1937 sobre la radio y la televisión en Estados Unidos. El editor era Hugo Gernsback. Las librerías de viejo han perdido en La Habana su antigua inocencia.

viernes, 28 de noviembre de 2008

La reina de los cines de La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

La actriz italiana Francesca Bertini (1888-1985) fue la primera de las divas. Era una época en que según Alejo Carpentier, “las estrellas se movían en un mundo propio, silencioso…con algo de peces raros que nadaran tras de los cristales de un acuario...mujeres-sirenas, mujeres-mandrágoras, mujeres-aves, que aullaban tragedias con voces inaudibles, que nos hablaban con labios mudos…” Francesca Bertini reinaba en esa fauna de celuloide.


En mayo de 1916 se proyectó Odette, un filme anodino si no fuese por la actuación de la Bertini, argumentan los críticos de hoy. En una función especial en el Teatro Nacional en La Habana, el público seleccionó a Odette como la película más popular. Se recogieron las firmas de los espectadores en un álbum que le enviaron a la actriz en Italia. En una entrevista posterior ella dijo que guardaba con gratitud el álbum de sus admiradores cubanos.

En septiembre de 1916, se le pregunta al público del cine Payret en que género prefería a Francesca Bertini, si en el dramático o en el cómico. Triunfó el dramático. La intérprete de Assunta Spina era ratificada entre nosotros como la gran trágica.

En la Calzada de Luyanó, en La Habana , todavía esta en pie la fachada del cine Norma, inaugurado en 1910. Ese mismo Francesca Bertini protagonizó la cinta Lucrecia Borgia. Y desde la pantalla del Norma, la primera de las divas debió clavar sus misteriosos ojos negros en los espectadores mientras con labios mudos aullaba tragedias de llantos espantosos.

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