Mostrando entradas con la etiqueta Barcelona. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Barcelona. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de octubre de 2008

El erotismo de la radio.

“Aquel descubrimiento me preparó para apreciar el erotismo de una voz, igual que el cine me había enseñado a leer el erotismo de los rostros. De manera que ciertas voces de la radio entraron a saco en mis noches de niño y, según, la intensidad de las emociones, intensificaron la temperatura de mis fantasías”.


Estos textos son del libro El Peso de la Paja, Memorias El cine de los sábados (Círculo de Lectores, 1990), del escritor español Terenci Moix. En sus páginas evoca los años de su infancia y adolescencia en Barcelona durante las décadas de 1940 y 1950. El cine ya entonces era su gran pasión pero también descubrió la radio y todas sus ficciones.



El niño Terenci escuchaba los radioteatros desde la cama, donde comenzó a saber de las grandes pasiones y a medida que avanzaba el drama radiofónico… “las voces empezaban a excitarme, mi cuerpo se encogía sobre sí mismo y, cuando ya estaba convertido en un ovillo, la mano iba en busca del sexo y acababa cerrándose sobre él. Mientras esto hacía, la voz de un narrador contaba que ya anochecía sobre los tejados de Nueva Orleáns.”

“La voz de la criolla indómita y del rudo plantador dispuesto a domarla se instalaban en la oscuridad propagando timbres todavía más oscuros, despidiendo ecos roncos, respiraciones entrecortadas, respuestas insolentes y declaraciones atrevidas. De vez en cuando irrumpía el narrador, cuya voz nunca fue neutra, tanto participaba en la acción, describiendo climas cálidos, pieles sudorosas y hasta perlas que se encendían sobre el escote palpitante de la heroína”

“Así se iba encendiendo mi fantasía, y así iba yo cumpliendo el rito hasta que, de pronto, llegaba un mensajero para informar que Abraham Lincoln acababa de montar el cirio de la Secesión. Las escenas de guerra, tanto en la radio como en el cine, me aburrían soberamente. De ahí que siempre me haya parecido un pelmazo el señor Abraham Lincoln. Porque cortaba mis …CENSURADO…¡ en el momento culminante.”

Nota: El Peso de la Paja es el nombre de una céntrica plaza de Barcelona.
ecoestadistica.com